lunes, 18 de marzo de 2013

Entre ovillos


Cada nueve años, siete caballeros y siete doncellas atenienses habían de pagar tributo entrando en el laberinto donde vivía el minotauro en pago por la paz con Minos, rey de Creta. Uno de esos años, Teseo, hijo del rey de Atenas dijo que entraría para matar al minotauro y que libraría a su pueblo de pagar dicho tributo. Salir del laberinto era tarea casi imposible y Ariadna, hija del rey Minos, lo sabía. Pero, enamorada de Teseo, se ofreció para ayudarle a salir vivo de aquel laberinto y así al salir ambos se casarían. Ariadna le dio a Teseo un ovillo para que fuera dejando el hilo por el recorrido y no perder la salida.

Teseo logró matar al minotauro y salir del laberinto gracias al ovillo que le dio Ariadna...



Por eso Ariadna, nuestra Ari, crece entre libros y ovillos. No había nombre mejor, como tampoco hay niña mejor. El otro día celebramos su primer añito ¡y que se sean muchos más! Ele de Libélula borda y teje para que el ovillo tenga más vida, para nunca traicionarnos a nosotras mismas y porque lo tejido y lo bordado configura imágenes, dibujos y formas que perduran. Lo hacemos a mano para recordarnos el valor real de las cosas importantes.

No solemos escribir cosas muy personales pero la ocasión lo merecía para que aquí quede ^_^, y aunque ya pasó ¡feliz cumple Ari!

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